Qué es
La gammagrafía ósea consiste en inyectar en la
sangre una sustancia radiactiva que se fija al hueso. Un aparato
capaz de detectar la actividad radiactiva, denominado "gammacámara",
permite medir la cantidad de radiactividad que emite cada hueso,
lo que refleja la cantidad de sustancia que se ha fijado a él. Por
ejemplo, en un hueso con una infección o con algunos tipos de tumor
hay más actividad y riego sanguíneo, por lo que se fija a él
más sustancia radioactiva y, por tanto, la gammacámara detecta
que emite más radiactividad.
Qué permite
La gammagrafía permite observar el grado de actividad
del hueso y puede ser muy útil para detectar infecciones o tumores
que se hayan formado en su seno. También permite descubrir una fractura
del hueso antes de que se vea en una radiografía.
Riesgos
La gammagrafía expone al paciente a una actividad
radiactiva. Por eso, y aunque la dosis de radiación que genera
una gammagrafía no entraña riesgo, sólo debe prescribirse
cuando es preciso y no se puede hacer durante el embarazo.
Indicaciones
La RCGP
y la AHCPR la recomiendan
en los siguientes casos:
1. Cuando se sospecha que hay una fractura
pero todavía no se puede detectar en la radiografía. Por ejemplo
en ancianos con indicios de osteoporosis que han sufrido un traumatismo
reciente.
2. Cuando los antecedentes del paciente
o las características del dolor sugieren que éste se puede
deber a un tumor o una infección.
3. Cuando el análisis de sangre muestra
alteraciones que sugieren la existencia de un tumor o infección
y, sin embargo, las pruebas radiológicas son normales.
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