Fibrosis post-quirúrgica
Qué es
Todo corte en el organismo conlleva una posterior cicatrización,
que consiste en la reparación del tejido que fue cortado con
tejido fibroso. La fibrosis post-quirúrgica, en sentido estricto,
corresponde a la cicatrización secundaria a toda operación
quirúrgica, pero el término se suele usar para referirse
a aquellos casos en los que la cicatrización es excesiva, de
modo que se forma más tejido fibroso del necesario. Si tras
una operación de columna esa cicatriz excesiva comprime un
nervio, causa grandes dolores.
Cómo se produce
Se acepta que los principales factores de riesgo para desarrollar
fibrosis post-quirúrgica dependen de:
- La cicatriz: Cuanto más sangre la herida quirúrgica
y más grande sea, mayor riesgo hay de que genere fibrosis.
- La propensión individual: Algunas personas tienen
una tendencia espontánea a cicatrizar más de lo necesario
e incluso pequeños cortes en la piel dan lugar a grandes
cicatrices ("queloides").
Prevenir el riesgo de fibrosis post-quirúrgica es muy importante,
ya que es una situación dolorosa cuyo tratamiento es complejo
y no siempre posible. La mejor manera de prevenir el riesgo de fibrosis
post-quirúrgica es:
- Ser operado sólo cuando es indispensable.
- El uso de las técnicas quirúrgicas menos agresivas
siempre que es posible, como la microcirugía, que generan
menor sangrado y cicatrices más pequeñas.
Síntomas
El dolor que típicamente causa una fibrosis post-quirúrgica
es un dolor en el que el componente de dolor
irradiado a la pierna -en caso de operación de la columna
lumbar- o al brazo -en caso de operación cervical- es más
intenso que el dolor localizado en la espalda, y en el que el dolor,
aunque pueda empeorar en algunas posturas, puede ser casi constante.
No todos los dolores que aparecen tras una operación de
columna vertebral se deben a fibrosis post-quirúrgica. Por
ejemplo, una operación por hernia
discal, aunque se realice perfectamente, no evita que después
de la operación pueda haber dolor por afectación de
la articulación
facetaria o contractura
muscular; sólo actúa sobre la hernia discal. Esos
dolores se deberían a una causa distinta a la operación
o su cicatrización.
Riesgos
A veces la fibrosis post-quirúrgica puede llegar a comprimir
una fibra nerviosa motora, provocando pérdida de fuerza.
Diagnóstico
La resonancia magnética permite detectar la fibrosis post-quirúrgica.
La historia clínica y la exploración física
son indispensables para determinar si la fibrosis detectada en la
resonancia magnética es la causa del dolor.
Las pruebas neurofisiológicas permiten detectar la existencia
de compresión de las fibras nerviosas.
Tratamiento
Antiguamente, cuando se diagnosticaba que la causa del dolor era
la compresión nerviosa por fibrosis post-quirúrgica,
se volvía a operar al paciente para "liberar" el nervio comprimido.
Pero al cabo de unos meses la cicatriz de la segunda operación
solía producir una compresión todavía mayor
y, cuantas más veces se operaba al paciente, peor era el
problema. Hoy en día, salvo excepciones, se prefiere tratar
la fibrosis post-quirúrgica con otros tratamientos o con
métodos propios de la cirugía del dolor, como implantación
de electrodos de estimulación o bombas de morfina.
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