Base, indicaciones y riesgos: Manipulaciones vertebrales
Consiste en las maniobras que realiza un especialista
para provocar movimientos en la columna vertebral del paciente.
Esos movimientos son habitualmente rápidos, de corto recorrido
y afectan sólo o sobre todo a una vértebra.
Objetivo
Según las distintas escuelas de manipulación
vertebral (osteópatas, quiroprácticos etc.), el objetivo
que plantean es distinto:
a) Recolocar la vértebra en
su correcta posición.
b) Provocar la relajación de
la musculatura contracturada.
Fundamento teórico
Algunos de quienes las practican afirman que
la manipulación pretende realinear la vértebra, recolocándola
en su correcta posición, y sugieren que su desplazamiento
-especialmente su rotación-, aun mínimo, puede ser
un factor importante para desencadenar o mantener el dolor de espalda.
Otros afirman que el efecto de la manipulación
se verifica a nivel del músculo y los ligamentos, sin que
sea necesario un desplazamiento de la vértebra para que se
produzca su efecto benéfico. De hecho, los estudios realizados
no han demostrado variaciones en la posición de las vértebras
antes y después de la manipulación, incluso en los
pacientes que mejoraron tras ellas.
Pruebas científicas de su eficacia
Algunas de las recomendaciones basadas en las pruebas científicas disponibles establecen que, aunque se han hecho muchos estudios sobre la eficacia de la manipulación, la mayoría fueron realizados con una metodología muy poco rigurosa, lo que impide considerar fiables sus resultados.
Con esa limitación en mente, los estudios realizados sugieren que la manipulación vertebral no mejora el dolor más que una manipulación simulada (“placebo”), el tratamiento habitual, o cualquier otro procedimiento con el que se haya comparado, incluyendo procedimientos “placebo”. Sin embargo, sí sugieren que a corto y medio plazo tal vez mejore el grado de discapacidad algo más que la manipulación simulada o los demás procedimientos con los que se ha comparado (y que, a su vez, no han demostrado mejorar muy significativamente el grado de discapacidad).
A pesar de ello, algunas de las recomendaciones
existentes plantean su uso para los pacientes con dolores de espalda
con:
- Una duración de menos de 1
mes (según algunas)
o 1,5 meses (según otras).
No hay datos concluyentes sobre su eficacia en pacientes con dolor
de más duración.
- En los que no hay dolor
irradiado. No hay datos concluyentes sobre su eficacia en pacientes
con dolor irradiado.
- No hay datos sobre el tipo concreto de
pacientes en el que está especialmente indicada ni sobre
la eficacia comparativa de los distintos tipos de manipulación.
Los estudios realizados coinciden en señalar
que, en pacientes de menos de 1 mes con dolor de espalda y sin dolor
irradiado, la manipulación consigue en relación
a tratamientos propios de la fisioterapia,
como aplicación de calor, frío o masaje:
- Unos resultados similares,
- Una mayor satisfacción del paciente
por la atención recibida,
- Un coste similar o mayor.
Riesgos y contraindicaciones
Las recomendaciones basadas en la evidencia científica
disponible establecen que los efectos secundarios más graves
descritos tras manipulación vertebral incluyen afectación
vertebrobasilar, hernia discal y síndrome de la cola de caballo.
Los menos graves, molestias locales, fatiga y molestias en y lejos
de la zona tratada. Aunque la frecuencia exacta de los efectos secundarios
es desconocida, se asume que son más frecuentes tras manipular
la columna cervical.
Esas recomendaciones establecen que no se deben
realizar manipulaciones vertebrales en pacientes con afectación
neurológica importante o progresiva.
Indicaciones
La evidencia científica actualmente disponible no respalda
sólidamente la conveniencia de recomendar la manipulación
vertebral, y menos la de introducir su práctica en los ámbitos
en los que no sea rutinaria. Es necesario esperar a disponer de
más estudios (de alta calidad metodológica) sobre
la eficacia y seguridad de esta tecnología antes de poder
reconsiderar la recomendación referida a su uso.
|