Personas con sobrepeso
Resumen
El sobrepeso extremo puede aumentar el riesgo de padecer dolor de espalda. Los resultados de los estudios que han analizado esa asociación son inconsistentes, pero en general se asume que el riesgo de dolor de espalda aumenta si al sobrepeso se le añade el sedentarismo, la falta de fuerza muscular, la inactividad física, o el mal estado de salud general.
En la mayoría de los casos, el sobrepeso se debe al aumento de grasa propio de la obesidad. Sin embargo, algunos deportistas que practican con intensidad algunas modalidades concretas, como la halterofilia o el culturismo, pueden tener un peso mayor de lo normal por el aumento de su masa muscular; eso no supone un riesgo para la espalda.
El sobrepeso leve tampoco ha demostrado asociarse a un mayor riesgo.
Sin embargo, cuando padecen dolor lumbar, las personas con obesidad extrema (y no las que tienen sobrepesos de menor magnitud) padecen mayor restricción de las actividades cotidianas que las que pesan menos, y esa restricción responde peor a los tratamientos aplicados para mejorar el dolor. En los pacientes con dolor cervical, la obesidad extrema no se asocia a mayor grado de restricción ni peor pronóstico.
¿Qué aumenta el riesgo de dolor de espalda en las personas con
sobrepeso por obesidad?
Varios factores:
- El propio sobrepeso. Teóricamente, el exceso de peso aumenta por sí mismo la carga sobre el disco intervertebral, lo que incrementa el riesgo de que se deforme o rompa. Sin embargo, no hay pruebas científicas sólidas que demuestren que ese aspecto sea relevante en la práctica.
Los estudios demuestran que, en contra de lo que se ha creído durante muchos años, el sobrepeso no acelera la degeneración discal. Es más, entre gemelos univitelinos (con el mismo código genético), la degeneración discal es menor entre aquellos gemelos con un peso corporal de hasta 12 kg más que el de sus hermanos. Se cree que ese efecto pueda deberse a que el hecho de soportar ese peso adicional contribuya a desarrollar la musculatura, lo que podría retrasar la degeneración discal. No se conoce el efecto cuando el sobrepeso es mayor.
El sobrepeso obliga a la musculatura de la espalda a hacer mayores esfuerzos para mover el cuerpo o mantener las posturas, lo que podría facilitar su contractura y la aparición del dolor. Tener una musculatura bien desarrollada y entrenada protege el disco intervertebral y aumenta la capacidad de carga y resistencia de la columna vertebral, por lo que si la causa del sobrepeso es el aumento de la masa muscular, no supone un mayor riesgo para sufrir dolor de espalda. De hecho, es probable que lo reduzca.
- Otros factores asociados.En las personas con sobrepeso por obesidad suelen darse otros factores de riesgo para las dolencias de la espalda. Los estudios más recientes sugieren que estos factores aumentan el riesgo de padecer dolor de espalda en mayor medida que el propio sobrepeso. Los principales son:
- El sedentarismo
incrementa por sí mismo el riesgo de padecer afecciones de
la espalda.
- La falta de fuerza en la musculatura de la espalda
y abdominal, ha demostrado ser uno de los factores que aumenta
el riesgo de que el
dolor aparezca o persista.
La falta de potencia muscular facilita que la musculatura se sobrecargue
y contracture
ante esfuerzos aparentemente livianos. Además, cuanto menor masa
muscular hay, menos protegido está el disco
intervertebral y las demás estructuras de la
columna vertebral y menos resistente es ésta a la carga, lo
que incrementa el riesgo de que aparezcan algunas de sus alteraciones.
- La inactividad física. En condiciones normales,
los distintos grupos musculares que participan en el funcionamiento
de la espalda -como los
abdominales y la musculatura
paravertebral- se coordinan entre sí para mantener una postura
o conservar el equilibrio en el movimiento. Esta coordinación depende
de reflejos nerviosos que, para funcionar correctamente, necesitan
repetirse. La inactividad física disminuye ese entrenamiento y empeora
esos reflejos, hace que la musculatura se contraiga inadecuadamente
o a destiempo, y, por ello, facilita su sobrecarga o contractura.
- El mal estado de salud general. El sobrepeso
aumenta a medio y largo plazo el riesgo de padecer diversas enfermedades
como las metabólicas y cardiovasculares. El mal estado de salud
general es uno de los factores que incrementa el riesgo de padecer
dolencias de la espalda.

Cómo prevenir y tratar el dolor de espalda en las personas
con sobrepeso.
Evidentemente, lo ideal para la espalda y el conjunto del estado
de salud es reducir el peso de la forma adecuada: limitando y reconduciendo
los hábitos alimenticios y realizando actividad física regular.
Si se encuentra en esa situación, consulte a su médico para iniciar
el programa que le resulte más adecuado y cómodo.
Pero incluso mientras subsista el sobrepeso se pueden adoptar algunas
medidas eficaces para prevenir las dolencias de la espalda:
- Mantener el mayor grado posible de actividad física.
Además de que pueda ayudarle a perder peso y sea aconsejable para
su salud general, mantener el mayor grado posible de actividad física
es eficaz para prevenir el dolor de espalda. Puede ser tan sencillo
como acostumbrarse a ir andando en algunos desplazamientos cotidianos
en vez de ir siempre sentado en un medio de transporte, o subir
cada día algunos pisos a pie en vez de usar siempre el ascensor.
Si es posible, es todavía mejor practicar algunos deportes aeróbicos
como correr o nadar. Si va a iniciar la práctica
habitual de un deporte, es conveniente que consulte antes a un médico
para valorar su situación general.

- Conocer y cumplir las
normas de higiene postural que le enseñan cómo adoptar las posturas
y movimientos propios de la vida cotidiana de forma que suponga
una carga menor para la columna vertebral y su musculatura. Eso
es especialmente importante en una persona con sobrepeso, en la
que la carga, ya de por sí, es mayor de lo normal.
- Mantener y desarrollar la musculatura de la espalda.
La fortaleza de la musculatura de la espalda y abdominal disminuye
el riesgo de dolencias de la espalda. Eso es especialmente importante
en una persona con sobrepeso, en la que el esfuerzo que se exige
a esa musculatura es superior a lo normal. Si la musculatura es
suficientemente potente y resistente, un exceso de pocos kilos puede
ser irrelevante para la espalda.
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