Red Investigadores Espalda   Fundación Kovacs   Mapa web        Buscador
 
   Portada       Acerca del Web de la Espalda   
 

Nosotros subscribimos Los Principios del código HONcode de la Fundación Salud en la Red Nosotros subscribimos los Principios del código HONcode.
Compruébelo aquí.

El dolor de Espalda  >  Causas del dolor  > Cómo aparece el dolor de espalda

La compresión de la raiz nerviosa

La compresión de una raíz nerviosa puede producir dolor. En este caso, el paciente nota el dolor en el territorio cuya sensibilidad recoge la raíz, y no en el lugar en el que ésta está siendo comprimida. Por ejemplo, cuando una hernia discal lumbar comprime una raíz del nervio ciático, el paciente nota el dolor en la pierna, y no donde la raíz está siendo comprimida -que suele ser en el entorno del agujero de conjunción-. Ese tipo de dolor se denomina "irradiado", sigue el trayecto del nervio comprimido y se acompaña de otros signos que reflejan su compresión, como alteraciones de la sensibilidad, fuerza o reflejos.

Pero no todos los dolores que el paciente nota en las piernas o brazos son irradiados. A veces, el propio dolor de espalda puede hacer que se sienta un dolor reflejo en esos territorios sin que el nervio esté siendo comprimido. En ese caso el dolor se debe a un mecanismo reflejo de la médula, y no a la compresión del nervio. Se denomina "referido" y no sigue específicamente el trayecto de ningún nervio, ni tampoco se acompaña de signos de compresión.

El dolor referido no tiene mayor importancia ni conlleva en sí mismo ningún cambio de actitud en el tratamiento. Sin embargo, un dolor irradiado traduce la compresión de un nervio y, por lo tanto, cierto grado de sufrimiento neurológico. El criterio generalmente aceptado es que si empeora o se mantiene constante más de 6 semanas con signos de compresión de la raíz, hay que cambiar el tratamiento y valorar la indicación de la cirugía si se puede determinar con certeza qué está comprimiendo al nervio y dónde.

Por otra parte, un nervio puede estar comprimido y no causar dolor. Por ejemplo, cuando el nervio comprimido es uno de los que controla un músculo y no transmite sensibilidad. En ese caso aunque el nervio esté sufriendo puede no haber dolor y el paciente nota sólo una pérdida muy importante o incluso total de fuerza en el músculo correspondiente, puesto que aunque el músculo en sí mismo está sano no recibe los impulsos que le ordenan contraerse. Si eso ocurre, traduce una compresión importante del nervio y habitualmente es necesario tratarlo con urgencia.

 

Volver a página anterior   Subir a inicio de contenido   
 Última actualización: 27 Junio, 2016

     © 2016 Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda. All rights reserved. Webmaster · Política de protección de datos
  Cruz Roja ONCE Fundación Ramón Areces Fundación Asisa